Las algas marinas son organismos antiguos que han estado en la alimentación humana desde tiempos ancestrales. En Chile, restos de algas se encontraron en el sitio arqueológico de Monte Verde hace unos 14 mil años, donde se cree que fueron usadas como alimento, medicina, fertilizante y adornos ceremoniales.
Chile cuenta con al menos 800 especies de macroalgas marinas, que van desde la zona intermareal hasta los 40 metros de profundidad y se encuentran principalmente sobre rocas. Estas algas son esenciales para el equilibrio de los ecosistemas marinos, proporcionando alimento y refugio para diversas especies.
Aunque en el pasado las algas fueron ampliamente consumidas en Chile, su consumo ha disminuido con el tiempo debido a la introducción de ingredientes foráneos y a la resistencia causada por su aroma y sabor fuerte. Sin embargo, la recolección y extracción de algas aún se practica de manera artesanal en diversas comunidades costeras, donde se transmiten los conocimientos de generación en generación.
– Estas plantas marinas son una importante fuente de nutrientes, incluyendo proteínas, ácidos grasos, fibra, vitaminas y minerales, y su consumo regular puede ayudar a controlar problemas de salud como el sobrepeso, el colesterol alto y la hipertensión..
Dejamos remojando desde el día anterior los porotos y cochayuyos por separado.
Al otro día ponemos el cochayuyo en una olla con agua a fuego medio y damos cocción por unos 45 minutos aprox. Revisamos su textura hasta que este blando y dejamos enfriar. Luego filtramos y picamos.
Paralelamente, ponemos los porotos en una olla con agua al fuego, agregamos el laurel, el ajo y damos cocción por unos 50 minutos, cuando los porotos estén blandos retiramos del fuego, filtramos y dejamos enfriar.
En una fuente mediana, mezclamos los porotos, el cochayuyo y la cebolla, condimentamos con sal, aceite, jugo de limón, cilantro picado a gusto y revolvemos. Servimos y ¡A disfrutar de esta fresca y nutritiva preparación!
En una fuente agregamos el cochayuyo picado, la cebolla, los pimentones, la palta, el ajo, el cilantro, el aceite, el jugo de limón y la sal. Revolvemos suavemente para no romper la palta. Rectificamos el sabor con sal y limón. Servimos frio y ¡A disfrutar!
Preparación previa:
Técnica de cocción par el Ulte Como tronco del Cochayuyo (forma similar a un tallo). Lo cocinamos en una olla con agua al fuego por 45 minutos aproximados con vinagrillo conocida como trébol de mar o un poco de vinagre de uva o también con mitades de limón. Estos ácidos ayudan en la cocción para ablandar la piel dura y oscura de esta parte del cochayuyo. Después de la cocción se lavan cuidadosamente para sacar esta piel oscura. Quedando limpio y tierno para su consumo y sirve para distintas preparaciones dando sabor y cuerpo a ensaladas, pebres, sopas chupes y mariscales.
Técnica para escamas o polvo algas como el Luche o el Cochayuyo
(Base para distintas preparaciones)
Colocamos el luche o cochayuyo limpio al horno a baja temperatura 60 °C por unos 15 minutos hasta deshidratarlo. Una vez seco al máximo se quebraja la tomarlo lo frotamos con las manos y caerán escamas. Si lo quiere polvo pasar por mortero o molinillo o varias veces frotados en nuestras manos hasta que sea polvo.
Sirven como bases para diversas preparaciones mezclados en masas, salsas, aderezos, ensaladas, caldos, y hamburguesas veganas etc. Se recomienda no pasar esta temperatura para no afectar sabor.
Ponemos el huevo en bolo y con un batidos comenzamos a batir enérgicamente y agregamos aceite de apoco en forma de hilo y seguimos batiendo sin para hasta acabar con el aceite ya tomando textura, para estabilizar agregamos el jugo de limón la sal y las escamas de luche, revolvemos para mezclar y listo para servir como acompañamiento. También se puede hacer la mayonesa en una licuadora con el mismo procedimiento.
Colocamos el luche en agua caliente y dejamos remojar por unas horas para eliminar la arena que pueda tener. Lo sacamos y volvemos a lavarlo con agua corriendo de la llave, luego lo colamos, picamos y reservamos.
Cocinamos las papas en agua con sal. Las reservamos calientes listas para servir.
Paralelamente, llevamos un sartén al fuego para hacer un sofrito. Colocamos el aceite, la cebolla, el pimentón y el ajo. Revolvemos hasta que comience a tomar color dorado, agregamos el ají de color, el orégano y el luche, cocinamos a fuego lento, sin parar de revolver durante 5 minutos, hasta formar una mezcla, luego condimentamos con sal y orégano, probando y rectificando su sabor. Servimos en un plato tres mitades de papas y luego ponemos el luche encima. Agregamos cilantro a gusto y ¡A disfrutar!
Es un alga verde que crece en las rocas más alejadas de la playa. Es descrito como un
alimento importante en la cocina mestiza chilena e indígena.
Se obtiene manualmente de las rocas y se lava con agua dulce para eliminar la arena. Es
una de las principales algas extraídas de la región para consumo alimentario.
Es alga de tamaño medio con una morfología variable pero simple. Su lámina puede tener
formas circulares, ovaladas o lanceoladas, y su color varía desde el verde oscuro al rojo,
especialmente en los bordes en estado reproductivo.
Nutricionalmente, el luche es rico en proteínas, minerales como yodo, sodio, calcio y
magnesio, fibra dietética y vitaminas. Su consumo puede ayudar a reducir el colesterol y
proporciona ácidos grasos omega-3, así como proteínas de origen vegetal.
Es un alga marina parda comestible que se encuentra a lo largo de la costa chilena. Su
consumo se remonta al período precolombino, y su nombre proviene del quechua, que
significa " hierba de mar".
Se extrae principalmente en regiones como Bucalemu, Pichilemu y Navidad, y su período
de veda va desde abril hasta diciembre. El cochayuyo crece adherido a las rocas y se recoge
manualmente, ya sea esperando a que llegue a la orilla naturalmente o sumergiéndose para
cortarlo.
Es una importante fuente de minerales como yodo, calcio, magnesio y fibra, y su consumo
se recomienda para controlar el peso, reducir el colesterol, prevenir el estreñimiento y el
bocio, entre otros beneficios. Contiene compuestos bioactivos como fucoxantina,
florotaninos y fucoidanos, que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias,
anticancerígenas y antidiabéticas, entre otras.
Durvillaea antarctica es el único representante del grupo de las macroalgas pardas en Chile
continental y se distribuye desde el sur de la Región de Coquimbo hasta la Región de
Magallanes. Debido a su capacidad de flotar una vez que se desprende del sustrato, puede
viajar largas distancias y ser encontrada varada en playas de arena, incluso en áreas alejadas
de su hábitat natural.
Revalorización del Patrimonio Alimentario Marino del Chile Central en la Región de O’Higgins
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